Dos percepciones temporales acompañan siempre nuestro humano trasegar, el cambio y la permanencia, como las dos caras, opuestas pero complementarias, del ying y el yang, del día y la noche, en una armonía de opuestos que se necesitan y complementan, y que luchando se equilibran. Permanencia sin la cual la solidez de la vida perdería […]