
En este número
- Editorial
- Noticias de las asociaciones
- Desde la presidencia
- Las Emociones del Psicoterapeuta: Su uso en psicoterapia y en la formación de profesionales. Juan Miguel de Pablo Urban
- Miradas y aspectos de la supervisión indirecta en grupo en servicios sociales (II). Joana Alegret Hernández, Ana María Gil Ibáñez y Susana Vega Fernández
- Elementos para una teoría de la colaboración interprofesional. Ricardo Ramos Gutierrez
- Navegar por la alianza terapéutica: lo que la investigación nos dice al oído a los terapeutas familiares. Valentín Escudero
MONOGRÁFICO: Paradojas confusionales y paradojas liberadoras
- Introducción al monográfico. Paradojas confusionales y paradojas liberadoras. Iñaki Aramberri
- La desvinculación adolescente y la Violencia Filio-Parental como comunicación paradójica de la dificultad de separación. Ángel Estalayo Hernández, Olga Rodríguez Ochoa y Raúl Gutiérrez Sebastián
- Las metáforas extendidas como herramientas paradójicas de intervención. Francisco Javier Ortega Allué
- Las paradojas en el trabajo con adolescentes consumidores de drogas y con trastornos de conducta. Juan Antonio Abeijón e Iñaki Aramberri Miranda
- Reflexiones sobre la paradoja como contexto para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones. Asier Gallastegi Fullaondo
EN PORTUGUÉS
- Entrevista com Froma Walsh sobre “resiliência familiar”. IV congresso Ibérico de Terapia Familiar. Joana Sequeira y Maria Filomena Gaspar
Y MÁS...
- Entrevista. Un diálogo sobre familias y hogares. Carolina Besoain y Marcelo Pakman
- En el nombre del padre. Intervención sistémica con progenitores varones de personas con discapacidad intelectual. Juan Carlos Morcillo García, Patricia Zuriaga Jaraba y Rafael González Ferrandis
- Terapia familiar y adopción internacional: Cuando el miedo paraliza a las familias adoptivas. Eulalia Anglada
- 25 Años de la FEATF: Reflexión y Balance. Roberto Pereira
Editorial
Hemos vivido, justo es confesarlo aquí, una pequeña o gran crisis en el alumbramiento de este número tenéis (¿entre las manos?) a la vista, si entendemos como crisis el estado de un sistema en que un cambio es inminente, como señaló con fortuna Frank Pittman. Quienes tenemos una edad hemos visto crecer y cambiar a esta nuestra revista, de la mano de los directores cuyo recuerdo señalamos en nuestras contraportadillas y de cuantos con ellos colaboraron. Con aciertos y desaciertos, en Mosaico hemos asistido a su proceso de crecimiento, manteniendo a lo largo del tiempo una identidad que se transformaba, enriqueciéndose, con las numerosas aportaciones de tantos terapeutas como nos han acompañado a lo largo de los años. No tardaremos mucho en celebrar la publicación de los setenta y cinco números de la revista y de ahí el camino hacia los cien quedara expedito. Señal de la buena salud de la FEATF y del largo recorrido, ya, de su buque insignia.
No es sencillo acostumbrarse a los cambios porque somos animales de inercias y hábitos, que nos constituyen. El mundo en continuo devenir obtiene un cierto orden de nuestra capacidad para hacerlo previsible, como nos volvemos nosotros a fuerza de restringir nuestras posibilidades de actuación y aparecer de un modo parecido casi siempre ante los demás. Pero a esta estabilidad a duras penas conseguida le acompaña como pareja de baile el cambio inevitable, el crecimiento, la actualización de las infinitas potencias en que también nosotros consistimos. Aprendemos y, al hacerlo, cambiamos y crecemos. Ocurre lo mismo con los objetos que nos rodean y a los cuales nuestra mirada y nuestro uso llenan de vida. Conservamos lo mejor, pero nos desprendemos de la ganga, de lo que sobra, de lo que, al dejar atrás, nos permite permanecer siendo.
Hemos sido testigos de numerosos cambios. Las organizaciones son sistemas abiertos que se auto-organizan, crecen y se transforman. También FEATF lo hace. Cada nueva hornada de terapeutas que obtienen su acreditación trae consigo, como empujando, nuevas ideas y nuevas formas y nuevos caminos. Lo viejo y lo nuevo se encuentran en un punto y se intercambian información, conocimientos, usos y maneras. A veces, lo nuevo parece querer arrumbar lo viejo, como si todo ello estuviera obsoleto y ya nada de lo que se dijo entonces tu viera el menor valor. A veces, lo nuevo necesita una cierta perspectiva o profundidad, que, por fortuna, abunda en lo viejo. Nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios. Porque traemos nuevas inquietudes que enriquecen y fecundan las viejas. Así ocurre con la renovación de los equipos directivos, como ocurrirá también en las próximas Jornadas Nacionales en Santiago.
Y como ha sucedido en nuestra emigración digital. Este es un cambio, también, con el que pretendemos mantener, sin embargo, los logros conseguidos y, por qué no, superarlos. Los que estemos o los que vayan a estar. No hay una razón tan sólo económica en esta migración, aunque no deja de ser una de las razones: nuestro esfuerzo por ahorrar gastos redundará en otros proyectos que FEATF podrá emprender gracias a este ahorro. La economía, pues, está detrás; pero, con todo y ser importante, no es la única razón. En estos momentos, Mosaico alcanza la cifra potencial de unos 2100 lectores, si sumamos alos socios de FEATF que la reciben el grupo hermano de la Sociedad Portuguesa de Terapia Familiar, y los suscriptores que, sin esas pertenencias tan vinculantes, están interesados en los contenidos de nuestra revista. Pero sabemos que el potencial de crecimiento de Mosaico podría ser mayor si nos lanzásemos a navegar en el proceloso mar de las redes sociales. Numerosos terapeutas en Latinoamérica y en algunos países de Europa nos piden que les abramos nuestras páginas o sienten curiosidad intelectual por sus contenidos. Nos une el mismo interés y la misma vocación. Por eso Mosaico se hace también ella digital, para seguir creciendo y cambiando, pero manteniéndose en lo que fue, ha sido y será. Iter facere.
Javier Ortega Allué.
Director de Mosaico.