
En este número
- EDITORIAL
- DESDE LA PRESIDENCIA
- NOTICIAS DE LAS ASOCIACIONES
- OTRAS NOTICIAS
- REUNIÓN DE CORRESPONSALES MOSAICO
- AGENDA DE ACTIVIDADES
- Sembrar vientos... ¿recoger tempestades? La violencia filioparental desde un estudio transgeneracional. Martínez Díaz I., Gil Almenar C, Mestre Boluda Ma F., Torres Medina Ma J.
MONOGRÁFICO FAMILIA Y EMPRESA FAMILIAR
- Introducción. Yolanda Carmona
- Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero si lo breve no es bueno, hagamos algo diferente. M. Selekman y M. Beyebach
- Los usuarios son los héroes: evidencias empíricas. Alberto Rodríguez Morejón
- El futuro transdisciplinario de la terapia sistémica. Carlos E. Sluzki
Y MÁS
- Problemáticas familiares e sucesso escolar: Necessidade de uma intervenção familiar. Cristina Cruz, Goreti Mendes, Luísa Novais, Margarida Pocinho, Armando Correia
- Construção do Estilo Próprio do Terapeuta Familiar Sistémico - a importância do grupo de supervisão. Acácio Manuel Santos
HEMEROTECA DE CLÁSICOS
- Recordando a Michael White. Carlos A. Chimpén López
- Decir “hola” de nuevo. La incorporación de la relación perdida en la resolución del duelo. Michael White
- Recensiones
Editorial
Aunque es viejo ya el antiguo arte de curar por la palabra, mucho es aún lo que se ha de debatir sobre la necesaria contrastación de los procedimientos terapéuticos, sobre su efi cacia y su necesidad. No se trata de hacerlo sólo por las crueles exigencias del mercado, aunque no debemos olvidar dónde jugamos la partida; conviene, pues, rememorar a nuestros clásicos y saltar decididos a la palestra donde los diferentes paradigmas miden su fuerza, sus recursos, bríos y potencialidades.
Son muy oportunas, pues, las llamadas de atención que algunos prestigiosos colegas nos lanzan en este número de MOSAICO. Aceptemos el reto y pongámonos manos a la obra, aun a sabiendas de que, si bien todos somos -en cierto modo- investigadores curiosos, que también elaboramos hipótesis, descubrimos redundancias e inventamos intervenciones brillantes, no todos, sin embargo, tenemos la capacidad que se necesita para transformar las intuiciones creativas en categorías susceptibles de investigación. En este contexto en que nos movemos, como en cualquier otro, hay clones, artesanos, creadores e investigadores.
A los primeros no es mucha la atención que debemos prestarles, por ser malas copias casi siempre de un original más interesante y agudo; a los segundos debemos guardarles el respeto que su buen hacer terapéutico merece. Pero es con los terceros y con los cuartos donde el paradigma relacional se juega su permanencia en la primera división del arte de la terapia. Necesitamos personas con capacidad, intuición, sensibilidad y arte creativo; y otros (o los mismos, si se diera el raro don) capaces de organizar, coordinar y elaborar estudios o investigaciones de altura, a pesar de la gran complejidad de nuestro ámbito de trabajo.
A estos últimos habrá que reconocerles el esfuerzo, y la mejor forma de hacerlo es publicitando sus investigaciones, conociendo sus conclusiones y aplicando los avances que de ellas derivan en la práctica clínica que ejercemos.
Disponiendo todo ello en fructífero diálogo con disciplinas afines, con rigor pero sin miedo, elucidando en todo momento qué aspectos pueden enriquecer nuestro trabajo y qué otros son modas pasajeras sin avales de rigor, prácticas espurias, bálsamos de fierabrás y otros placebos para el espíritu de parecida catadura.
Javier Ortega Allué
Director de Mosaico