
En este número
- Editorial
- Noticias de las Asociaciones
- Agenda de Actividades
- Aniversario. El Nacimiento de Mosaico
- Caso Clínico
- In Memoriam
- Recension
- En el Próximo Número de Mosaico
Editorial
De nuevo volvemos a ocuparnos en MOSAICO de la supervisión, dedicándole el espacio monográfico que el tema nos reclama. Y lo hacemos por varias razones, a cual más fundada.
La primera aunque el orden de nuestra elección sea aleatorio más que cualitativo, por tratarse de una modalidad de formación con una enorme presencia en la vida de los profesionales. Ya sea que se trabaje en hospitales, en escuelas o en gabinetes privados, la necesidad de que otras miradas enriquezcan nuestras narraciones sistémicas es un hecho que admite poca discusión.
La formación continuada (que, lejos de ser una arbitrariedad académica o institucional, es la respuesta más coherente con el rápido cambio que se produce en los contextos en que ejercemos nuestra tarea), así como el afán por ampliar, limar o mejorar nuestras competencias relacionales, obligan a escoger esta metodología, en sus diferentes formatos, como instrumento de capacitación. La supervisión, cuando es útil, beneficia a los usuarios o clientes tanto como a los profesionales comprometidos en los casos, y a los supervisores tanto, también, como a los supervisados.
En segundo lugar, el desarrollo y la extensión del modelo sistémico, y su aplicación a otros contextos no estrictamente clínicos, menos acostumbrados quizás a dar publicidad a sus formas de operar, ha venido a generar entre los profesionales la necesidad de ser supervisados. Para ser más efectivos, pero también como una forma de cuidar a los propios operadores; muchos, si no, abandonados por la red a la soledad de las primeras líneas de trabajo, sin otro apoyo que este de la posibilidad de recibir supervisión.
Por todo ello, no hemos querido desoír el reiterado llamado y hemos vuelto a abrir estas páginas a la supervisión. Creemos que ellas van a aportar nuevas perspectivas y algunas sugerencias tal vez novedosas
Que usted, amigo lector, las juzgue y las disfrute.